lunes, 17 de diciembre de 2007

Revelaciones del mundo espiritual a través de la palabra profética del 20/05/1979


“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen
20 de mayo de 1979

Primera parte


Queridos hermanos. El maestro espiritual, hermano Emanuel, (el Querubín de la Sabiduría divina, uno de los siete ángeles de la ley del Señor), habla sobre el tema “Salida del alma”:

«Sólo unas palabras y en seguida paso al tema. Lamentablemente el mundo espiritual siempre tiene que repetir las cosas. Verdades divinas que ya fueron a menudo exhortadas, tienen que ser repetidas para que cada uno pueda comprender el fundamento de su vida.

En cada hombre hay un segundo cuerpo, este cuerpo lo llamamos alma. Será llamado “alma” hasta que esté completamente libre de toda culpa de la Tierra. Sólo entonces el alma es el florecido ser espiritual, por el que respira el Espíritu etéreo absoluto, Dios, nuestro Padre Eterno.

El alma está viva en el hombre, sus fluidos viven en todos los órganos del hombre. El lugar principal del alma está cerca de la glándula pituitaria. En ella está el Espíritu vivo, es la fuerza de la corriente primaria, que activa los centros de conciencia situados en la espalda. De estos centros de conciencia salen ramificaciones y se esparcen. Son los niveles inferiores de los niveles básicos de la vida, pues los cielos están divididos siete veces en siete niveles. Ya que toda alma lleva dentro de sí los bienes cósmicos, posee todos los niveles, o sea, que tiene que activar todos los planos celestiales, para volver ser un espíritu perfecto. Así que el árbol de la vida, unido al alma del hombre, es el segundo espíritu, que es de materia fina.

Desde el lugar principal “alma” corren continuamente corrientes hacia los centros de conciencia, es decir, el tronco del árbol y las ramificaciones. Cuando el cuerpo etéreo, el alma del hombre, empieza a separarse de éste, tiene que sacar todas las corrientes, todo el árbol de la vida, para poder liberarse del hombre.

A través de algunos ejemplos quiero explicar la salida del alma:


No hay para ello ninguna norma, cada persona, y así cada alma, es guiada individualmente, según lo cargada que esté. O sea, que en cada hombre está el alma, que almacena el modo de vida del hombre. Esto significa que todos los sentimientos, pensamientos, palabras y actos son recogidos por el libro de la vida que es vuestra alma. El alma misma es magnética y recoge en sus partículas de vida todas las vibraciones que emitís, incluidas vuestras sensaciones, que también son vibraciones. Vuestra aura es el reflejo de vuestra alma.

Dirijo vuestros pensamientos a un hombre unido a Dios, es decir, un hombre que reconoce en sí mismo a Dios, la fuerza de la vida, que también sabe que el amor creador se encuentra en todo ser y especialmente en cada alma. Ya que el alma fue dada y creada por la palabra creadora Todopoderosa, lleva dentro de sí todas las formas de vida de la creación de Dios. Este hombre consciente, entregado a Dios, está continuamente unido al centro de toda existencia, es decir, con el Cristo de Dios, que vive por la Omnipresencia en cada alma. El alma misma reacciona igual que el hombre a los fluidos de vida internos, es decir, a los impulsos del Espíritu de Cristo. Años antes recibe el alma estos impulsos, que son: “Sepárate paulatinamente del cuerpo humano”. Ondas de luz especiales fluyen en el alma y al árbol de la vida del hombre, para que se pueda realizar el proceso de separación. Muy poco a poco saca el alma las ramificaciones, los fluidos de la vida, y esta fuerza la toma dentro de sí, en su estructura de partículas.


En cuestión de años se puede realizar la recogida de la vida. El hombre siente más o menos estos cambios: de vez en cuando funciona mal la circulación, luego vuelve a estabilizarse, aquí y allá hay un órgano que no va bien, el hombre se debilita más y más. Un hombre consciente de Dios siente que el Señor está llevando su ser interno “a Casa”.



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“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979

Segunda parte

Al alma misma le son dadas muchas oportunidades. Cuando, por ejemplo, el cuerpo físico duerme, entonces a menudo el alma sale y practica con el espíritu protector el equilibrio de masas. El alma misma no tiene peso, pero sí una masa espiritual, y esta sustancia debe ser equilibrada por los elementos de la vida, para que tenga consistencia después de la salida completa del alma.

Alrededor de este hombre consciente de Dios se encuentran almas de regiones más elevadas, quizás antiguos hombres, miembros de la familia y también el espíritu protector. El alma que aún está en el hombre es rodeada, se siente feliz, pues sabe que Dios, el Señor, la viene a buscar. El hombre que ahora se acuesta para esperar la llamada “muerte”, puede una vez más mirar hacia atrás. Observa su vida, perdona cuanto hay que perdonar; sí, e incluso, si es conveniente, puede ver a los hermanos de mundos lejanos; respira y siente la plenitud que le rodea. El cuerpo físico cierra los ojos, respira profundamente, abre los ojos; un hombre consciente de Dios en este mismo momento verá, una vez más espíritus de almas más evolucionadas; entonces expira y el alma se encuentra fuera del cuerpo. En el mismo momento se desarrolla ese cuerpo de sustancia sutil flexible, que tiene su consistencia, y mira a su alrededor. ¿Qué ve esta alma consciente y llena de gratitud? Al espíritu protector, o como antes dije, a las almas de mundos superiores. Es rodeada e informada por la luz. Ondas de melodías penetran en este cuerpo sutil, son ondas del planeta, hacia el cual tiende el alma. El alma ve una calle, algunos ven un túnel, otros ven hermosos prados. Como ya dije, cada alma es guiada según su estado. Esta alma unida a Dios todavía vuelve la mirada un momento; ve a los parientes tristes, pide que los cuiden y sigue su camino.

Otro ejemplo: Llevo vuestros pensamientos hacia un ateo. El hombre es incrédulo. Todo lo que no pueda tocar no lo acepta, sólo acepta lo visible, no cree en Dios, se aparta de los hombres, sus intenciones son malas, su vida es dirigida conscientemente hacia la materia; desprecia a todo aquel que siente el impulso espiritual; para él todo es natural; la creación una casualidad. Como dije, el alma registra todo impulso del hombre. El espíritu del alma siente los impulsos para la salida, pero el alma misma apenas los percibe. Aquí ayudan seres espirituales, para que el alma pueda separarse del cuerpo. Pero, como todos sabéis, el libre albedrío es predominante. Aquel hombre se agarra a la vida, pues para él la materia es la vida consciente, no hay más que materia. Siempre vuelve a agarrar los fluidos del alma. Los espíritus tienen que invertir muchos esfuerzos para separar al alma del cuerpo. No lo consiguen del todo, porque el hombre posee el libre albedrío. Aunque el cuerpo espiritual es liberado del cuerpo físico después de que el hombre expira, siguen quedando corrientes, porque el alma se agarra a su casa física y reconoce en ella la fuente de la vida y de toda existencia. Para ella sólo hay vida en la materia, todo lo demás es utopía.

¡Oh ved!, ¿Qué pasa con el cuerpo del que era ateo? Es sepultado o incinerado igual que los otros cuerpos. Las corrientes del alma cuelgan del cuerpo físico. Aunque el cuerpo sea sepultado o quemado, las corrientes existen y entran como sensaciones dentro del alma. Os digo que para el alma pueden ser torturas. Sabemos que los hombres precisamente a este respecto dicen: ¿Por qué nos mete el mundo espiritual miedo ante la muerte, ante la sepultura o ante el crematorio?

Queridos hermanos, estáis viviendo en el tiempo final, la materia será disuelta. Aproximadamente 2.000 años está hablando el espíritu una y otra vez; dirigios hacia la conciencia cristiana, reconoced que el Espíritu de la vida está dentro de vosotros. Cada unos de vosotros tiene las leyes de la vida, nadie puede decir: no sabíamos nada.

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“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979

Tercera parte

Una y otra vez se advierte a través de Profetas: cuidad de vuestro cuerpo espiritual, pensando, hablando y actuando positivamente. Vivid el mandamiento de los mandamientos, para que el alma pueda liberarse en seguida después de la muerte del cuerpo físico, para que pueda desarrollarse y vivir en el Reino de Dios.

Sigo con las aclaraciones: Estas corrientes son corrientes de elementos, que entran en el cuerpo físico. Si por ejemplo el alma nota que ha abandonado su cuerpo físico. Aunque lleva dentro de sí estos dolores, sigue creyendo que el cuerpo es su casa, en la que vive. El alma puede moverse sobre la Tierra durante días, semanas, meses e incluso años. Va a su trabajo, pues cree que es hombre. Vive en el tráfico de las calles, sube a vehículos, ha perdido la noción del tiempo.

En cuanto el alma ha abandonado el cuerpo físico ya no tiene noción del tiempo.

Hermanos, cuidad de vuestra alma; quizás podéis decir: ¡Tenemos tiempo! Pero, ¿sabéis que va a ser mañana? A cada uno de vosotros le pasa lo mismo, el alma abandona su funda, y en cada hombre ocurrirá de un modo distinto. Igual que has vivido, sentirá y vivirá tu alma.

Otro ejemplo: un accidente mortal.

Cada alma es advertida por el Espíritu de Dios. Si el alma no capta la señal de alarma, queda atada con todas las partículas de su vida egoísta al cuerpo físico. Entonces sucede el accidente mortal. En el mismo momento el alma es arrojada del cuerpo, pero las corrientes de la vida, como dije, corrientes de elementos, cuelgan del cuerpo físico. ¿Que pasa con esta alma? Flota encima de su cuerpo, no tiene apoyo en ningún sitio, puede que vea un túnel, pero no lo alcanza. Oye melodías, pero cree que vienen de una casa. Una vez flota encima del cuerpo, otra en el techo de la habitación. Seres espirituales quieren ocuparse del alma, pero el alma misma no los reconoce, rechaza toda ayuda, pues vive con la idea “estoy en mi cuerpo”. Con esta alma ocurre lo mismo que os he explicado en el ejemplo anterior. Traza su vida sobre esta Tierra, sigue yendo a los bares, a ver a sus amigos, hasta que reconoce que ya nadie le presta atención, que en su lugar de trabajo hay otro compañero, y se pregunta “¿qué pasa conmigo?” Sólo después de esta pregunta, queridos hermanos, puede actuar el mundo espiritual. ¿Dónde estoy? Pregunta el alma, y corrientes de vida penetran en el alma y le explican: Tú eres un ser de materia fina, tu cuerpo hace tiempo que fue sepultado.

El alma reacciona según la madurez espiritual. Algunas escuchan las explicaciones, pero hay quienes esperan en la tumba a que resucite el cuerpo. “No hay resurrección del cuerpo”. Toda alma debería resucitar en el nombre de Jesucristo, pues Jesucristo es el camino absoluto, Él es vuestra resurrección. Hasta que el alma no lo entienda, no entrará nunca en regiones más elevadas.

Toda alma, que se separa del cuerpo físico, se parece todavía durante algún tiempo a éste. Entonces se transforma todo el cuerpo espiritual, porque penetran vibraciones de luz. La estructura del cuerpo, es decir, del alma, cambia, lo que se transforma completamente el cuerpo espiritual. O sea, que el ser espiritual se desarrolla según el grado de madurez, y se acerca a su origen eterno, a la hermosura eterna. El cuerpo espiritual puro es bien proporcionado y siempre joven y elástico.

Personas enfermas también tienen almas enfermas. Las almas ignorantes sienten sus anteriores dolencias físicas en las partículas de su alma. Un alma ignorante separada ya de su cuerpo, cree incluso que el brazo o la pierna que le cortaron del cuerpo, tampoco está en el cuerpo espiritual. En el cuerpo espiritual todo está presente, nada se pierde en lo espiritual. Lo único que hace falta es que tú, oh hombre, desarrolles completamente tu alma, que pienses positivamente y dirijas tu vida hacia Jesucristo, que es la fuente de tu vida.

¿Qué ocurre por ejemplo con un alma que está dogmáticamente atada? El hombre que no sabe de Dios, el Espíritu, que vive dentro de él, cree que sólo puede encontrar a Dios en la iglesia. También esta alma se separa del cuerpo, pero vive en la idea de que pertenece a una organización. Cree que si quiere encontrarse con Dios, tiene que ser en la iglesia, que sólo allí puede adorar a Dios. ¿Qué pasa con un alma así? Según su forma de vida, se separará con más o menos rapidez, pero su tendencia de alma es la iglesia. Así que va a su iglesia, pues cree que allí está Dios. También vuelve a ver a su familia, a sus parientes. Va con ellos a la iglesia; allí se encuentran las almas atadas y creen que en ella están más cerca de Dios.

Es una gran falta de aquellos hombres que enseñaron, y todavía enseñan, que el Espíritu de Dios sólo se encuentra en la iglesia.

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“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979

Cuarta parte

¡Dios no está en la casa de piedra! Tú eres el templo viviente del Espíritu Santo. Hombre, entiéndelo ya, si no, tu alma va a estar atada, e irá durante decenas de años, o siglos, a esta iglesia y por ello no adelanta ni un paso. Los seres espirituales, también las almas de planos de conciencia más elevados, tienen que esforzarse mucho, precisamente con aquellos hombres que no quieren encontrar a Dios en sí mismos y también con aquellas almas que buscan a Dios sólo en las iglesias. Hasta que se le puede aclarar a tal alma limitada u hombre limitado, que el Espíritu de Dios vive en el hombre mismo y así en toda alma, pueden pasar no sólo cientos o miles de años sino eras. El alma atada, ya sea la dogmática o la de un ateo, todas se dirigen a la materia, buscan su salvación en ella. Desean la encarnación, para vivir en la materia, porque en los ámbitos astrales no encuentran lo que tenían como hombres en la Tierra.

¿Cuántas veces va a desear el alma la encarnación? ¿Cuándo va a comprender el hombre por fin que todo es onda e impulso de vida, que en realidad no hay muerte, sino una eterna existencia en Dios? ¿Cuánto tiempo vais a adorar la materia? ¿Cuántas veces vais a seguir atando vuestra alma a través de pensamientos, palabras y obras? Vuestros pensamientos negativos serán increíbles torturas para vuestra alma. Y puedo repetirlo en esta hora y repito con gusto y conscientemente: En tanto que el alma todavía no se haya separado del cuerpo, estará sobre la tumba o el crematorio.

El tiempo final está cerca y el Espíritu ya no adorna las palabras. Las verdades son dichas sin rodeos. Queridos hermanos, queremos advertiros, dirigid vuestros pensamientos hacia Jesucristo. A cada uno de vosotros os es ofrecida amorosamente la vida de Dios. Jesús dio la vida, para que el Cristo en vosotros pueda desarrollarse, pero muy pocos hombres reconocen la fuerza fundamental de una vida consciente. La muerte pasa por la Tierra y obtiene una cosecha abundante. ¿Por qué? Porque atraéis la muerte y no la vida, porque creéis en la muerte, porque tenéis miedo de la muerte, porque ensuciáis la Tierra y toda existencia, por eso la “muerte” tiene una buena cosecha. La cosecha en el sentido de Jesucristo es escasa, porque hay muy pocos que se orientan hacia esta conciencia Divina y reconoce allí la meta de su vida.

Cuando en vuestras familias un alma va a volver a “Casa”, cuando el cuerpo muerto yace en el lecho, lloráis a la materia muerta, que en sí ya siente la fuerza de la transformación. ¿Es que sabéis lo que les hacéis a esas almas, que reconocen en sí al Cristo de Dios, y lo que también les hacéis a aquellas almas que ya ven su Espíritu protector o a los seres de mundos superiores que han venido a verlas? Con vuestras lágrimas y quejidos atáis a las almas a la materia. ¡Cuán a menudo capta el alma las infinitas ondas de amor de Dios, pero no puede separarse de vosotros, porque los hombres ignorantes lloráis por los muertos, estáis tristes y os quejáis! Llorad por vosotros mismos, estad tristes por vosotros, porque en los 2.000 años aún no habéis captado lo que significa la vida en Jesucristo. No existe ni la muerte ni los muertos, sólo un paso de la vida en materia densa a la vida en materia sutil. Pero si tu estructura de materia sutil sólo puede desarrollarse con mucho esfuerzo, porque se ata a la materia y busca su gloria en este estado consciente inferior, entonces está espiritualmente muerto.

¡Oh si pudieseis ver las torturas de aquellas almas, que quieren elevarse, pero son agarradas, porque parientes ignorantes se lamentan no sólo durante días y semanas sino años! ¡Qué podría ocurrir en estos años con un alma despierta, si el hombre ignorante no se agarrase a ella! Las almas tienen sensaciones mucho más elevadas que los hombres.

Cuando tu marido, tu mujer o tu hijo se vaya de esta Tierra, entonces reconoce, que se ha ido tu hermano o hermana, que un día volverás a ver. Sé consciente de que son tus hermanos, ya haya sido tu marido, tu hijo o tu mujer. Envíale pensamientos de amor al alma y pídele que se esfuerce por avanzar y que un día te venga a buscar, pero no la detengas. ¡Oh si pudieseis ver el alma de vuestro hijo que acaba de abandonar el cuerpo físico! Está ante los padres, el alma está triste: -”Madre, padre”, dice el alma-niño, “estoy vivo, estoy bien, seres de luz me han quitado los dolores, mi cuerpo es ligero, ¿por qué madre, padre, lloráis?”-. Y los padres ignorantes se lamentan y compadecen a su hijo, y a menudo atan el alma pura a la familia. Una y otra vez pide el pequeño alma-niño: Dejadme libre y que me desarrolle, no me detengáis con vuestras lágrimas, aquí hay mensajeros de luz que me quieren guiar y desarrollarme espiritualmente; dicen que soy una criatura perfecta de Dios”.
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“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979


Quinta parte

Soltad al alma, hombres ignorantes, y no la atéis a vosotros. Lamentablemente tenéis bastante almas astrales entre vosotros, que no quieren liberarse. Son seres que se agarran a esta Tierra, os cargan y os roban el sentido para algo superior. Precisamente por ellos deberíais rezar y dejarlos al cuidado de Jesucristo. Pero por vuestra ignorancia y pensamientos inferiores atraéis las almas cada vez más, les permitís que se agarren a vuestra aura, y que os inspiren continuamente pensamientos negativos, que entonces son realizados por vosotros. Observad vuestro mundo, ¿cuántos hombres son recipientes de lo negativo? Se entregan a las vibraciones negativas y actúan de un modo cruel, que nunca está basado en la ley de Dios. ¿Cuánto tiempo vais a entregaros a la materia y cuánto tiempo lloráis por vuestros muertos? ¿Cuánto tiempo queréis estar aún espiritualmente muertos?

Oh hombres de este mundo que sois hijos del Todopoderoso, de una manera simple y sencilla he podido daros a través de un hombre algunos ejemplos. Cada alma experimentará de un modo distinto su salida, pero toda alma deberá liberarse del cuerpo. Así que pregunto a cada uno de vosotros: ¿Queréis atar vuestras almas, o entregárselas a Jesucristo, vuestro Redentor? ¿O queréis que se queden atadas al entregarlas a los poderes inferiores de este mundo? ¿Queréis seguir siendo ignorantes y seguir buscando a Dios, vuestro Padre, y a Jesucristo en los edificios de piedra de este mundo, que llamáis iglesias? ¿Es que aún no habéis reconocido que sois el templo de la vida? El hombre va a las casas de oración, se santigua y deja que su alma se marchite.

¿Cuándo, oh hombre, reconocerás lo que significa la vida?

¿Cuándo, oh alma, sentirás la fuerza fundamental de tu Cristo, que hace 2.000 años allanó el camino hacia la conciencia del Padre?

¿Cuánto tiempo, oh hombre, seguirás diciendo: “soy un hombre de este mundo”, en vez de: “soy un hijo de Dios que se desarrolla en el hombre, para que mi cuerpo espiritual alcance el Cielo”?

El Espíritu habla por muchos canales del éter, os da aclaraciones por hombres simples y sencillos con palabras simples, para que podáis comprenderlo todo. Pero muchos se agarran sólo a la palabra, y no pueden captar el alto sentido de la palabra dada.

Hombre, ¿cuándo encontraréis el camino a la conciencia de Jesucristo, para que podáis sentir las palabras dadas y se incremente vuestro conocimiento a través de ello? Pues Dios en vosotros es la sabiduría y el amor.

Hombres de este mundo, que sois hijos e hijas de Dios, que sois nuestros hermanos, ¿qué es más importante, la carne o el espíritu? La carne estará sana cuando tu alma esté sana, pues la ley de la vida divina nunca te ha puesto enfermo. Te quejas porque estás enfermo. ¿Por qué estás enfermo? ¿Acaso Dios te envía este destino? Oh no; es tu propia culpa, pues lo que siembras germina en tu alma, y ésta lleva, encarnada, los frutos en el cuerpo.

Arranca tus pensamientos negativos de raíz y también tus sensaciones desagradables. ¡Cuán a menudo oímos: - yo soy hombre y pertenezco a la materia! ¡Tú eres un hijo de Dios encarnado! Sí, un hombre, pero un hombre que debe desarrollarse. ¡Desarróllate, oh hombre! Entonces Dios tu Padre y Redentor se acercará a ti. ¿Hacia quién alzas tus manos? ¿Hacia Dios, tu Padre? ¿Le pides de corazón por la bendición o sólo dices con los labios oraciones que te fueron enseñadas? Dios no escucha tus palabras, escucha las sensaciones de tu alma, al ser del amor que Él ha creado y dado. ¿Eres tú un ser del amor, que florece en Dios, o vas por el camino intelectual y analizas cada palabra, porque tu alma despolarizada no puede captar la sensación que lleva la palabra?

Lamentablemente - dice el Espíritu - tenemos que utilizar las palabras de los hombres, para que ellos nos entiendan. No nos gustan vuestras frases intelectuales, nos gusta la sencillez, pero la ambición intelectual no puede comprender la sencillez. Por eso el hombre ya no puede volverse niño, para que el alma pueda separarse y liberarse.

¿Cuándo cantarás también el himno de alabanza en honor al Todopoderoso? Tú abandonas esta habitación y empiezas a analizar la palabra de la vida porque no puedes captar el sentido. ¡La palabra es para guiar, el Espíritu en la palabra es el que te da vida, y no la palabra misma! Por eso, hombre, que eres un hijo de Dios, capta el sentido y cuida de tu alma, pues no sabes lo que puede pasar a la hora o al momento siguiente. Tu alma sabe más, si puede captar las sensaciones de las vibraciones más internas del amor. Si éste no es el caso, perteneces a los espiritualmente muertos.

Dadle la oportunidad a vuestra alma, para que pueda desarrollarse en la conciencia de Dios. No penséis en vuestra muerte, sólo hay un paso. Dios no está en vuestras iglesias, y vuestro cuerpo físico tampoco resucitará. Del crematorio ya no podrás sacar tu cuerpo; tu vives en materia sutil, porque el cuerpo de materia fina te es dado eternamente por Dios, nuestro Padre. Deja que se vuelva joven y elástico a través de la vida positiva en Jesucristo, tu Redentor.

Amén»

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Habla el portador de la Voluntad Divina

“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979


Sexta parte

Habla un ángel del Señor, el portador de la voluntad divina, la cualidad de la voluntad de Dios, uno de los siete ángeles de la ley del Señor (a quien el mundo conoce como el arcángel Miguel) transmitidas a través de Gabriele:

«El mundo espiritual llama a las masas y aquí a esta multitud: ¡Despertad de vuestro sueño, pues ya es hora! Los hombres se han dormido y sueñan en el error de este mundo; están adormecidos en sus pensamientos de voluntad propia y viven en sus imágenes. ¿Dónde estarás tú, oh hijo de Dios, cuando abandones tu cuerpo? ¿Qué es lo que te atraerá cuando te separes de aquí? ¿En la voluntad de quién has alimentado tu alma? ¡Despertad y liberaros de este mundo, si no os atraerá el lugar, con el cual habéis magnetizado vuestra alma durante vuestra vida en la Tierra! Os atraerán vuestros amigos de la Tierra o los lugares de placer.

¡Despertad!, pues aquí sólo está la vida terrena, los vicios de este mundo son pasajeros y el dilema pronto se acabará. Seguid la llamada del mundo espiritual, seguid las palabras de las cualidades de Dios, que os hablan en nombre del Padre. Despertad por fin y abrid vuestros corazones, que están encerrados en el duro caparazón de este mundo. Reconoced a vuestro Padre que os ama y seguid Su ley, adoradle, pues de Él debe ser el honor y no de la vida externa. Dejad vuestros ídolos, que os habéis creado vosotros mismos; rezad a vuestro Dios, pues Él es el único Santo. No le busquéis en los lugares que ha creado el hombre, pues Dios está en vosotros; debéis haceros conscientes de la voluntad del Padre Eterno.

Así os llama esta cualidad para que retornéis; seguid a Jesucristo, Él fue por delante, coged Su mano que os ofrece. ¿Por qué no cree el hombre, por qué se enreda cada vez más en su voluntad propia? Ama a tu prójimo como a ti mismo y a tu Padre sobre todas las cosas. ¿Qué aspecto tiene la vida de la Humanidad? Envidia, odio, las agresiones proliferan y día tras día golpean al prójimo en la cara. ¿Y qué dijo el Señor? ¡Lo que le hagáis al más pequeño Me lo hacéis a Mí! La traición al Señor está en el orden del día. ¿Por qué no os declaráis a favor de Él? Las palabras del Espíritu a menudo llaman a vuestro corazón. ¿Por qué no dejáis que entren? Y así el Espíritu llama una y otra vez: Despertad y volved; reconoced por fin el camino que lleva a “casa”; sólo a través del amor encontraréis el camino al Padre. Es un camino distinto al que andáis ahora. Sólo habéis avanzado por esta Tierra a base de codazos; habéis atraído desarmonía, y así habéis perdido vuestra salud, ¡pues el egoísmo es dueño de vuestra vida! ¡Despertad y volved! Creed en la Redención que os fue concedida; pues para cada uno de vosotros el Hijo de Dios abandonó el Cielo, para cada uno de vosotros dio Su vida. ¿Por qué no cree el hombre, por qué no oye, por qué no ve? Ha dirigido su vida hacia el mundo. Pero el mundo acabará igual que el hombre, ¡más vosotros vivís eternamente!.

Reconoced la voluntad del Padre y seguid Sus leyes. “Hágase un nuevo Cielo y una nueva Tierra”, dijo el Señor. Y ha llegado la hora de que volváis hermanos, volveros creyentes e hijos conscientes de Dios, y seguid la llamada del Espíritu. Reconoceros partidarios de vuestro Padre y dad testimonio a vuestro prójimo. Tomad a vuestros hermanos de la mano y guiadles, pues todo lo que se pueda salvar debe ser salvado en este mundo.

Pensad sobre estas palabras, que fueron dichas en nombre del Padre saliendo de Su voluntad. Ayudad a vuestro prójimo en vez de combatirle, pues él es vuestro hermano y pertenece a vosotros. Enviad pensamientos de amor a vuestro prójimo, ya esté encarnado o en el cuerpo del alma; olvidad todo lo negativo y no atéis a los hermanos a vosotros, dejadlos en manos de vuestro Padre Eterno, dejadlos a Su cuidado. Obsequiadle vuestra vida a Él, entregaros en manos del Padre Eterno, tened confianza en vuestro Padre y no confiéis en vuestra propia fuerza, pues ésta proviene del Padre, del Espíritu, igual que vosotros también sois Espíritu. El Padre ha creado vida de sustancia sutil y no la materia. Convertiros en hijos conscientes de Dios y agradeced Su amor y Su misericordia. ¡Despertad y seguid la llamada del Espíritu! Es hora. ¡La paz del Padre está con vosotros!.

Amén»

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Habla el Espíritu de Jesucristo

“La salida del alma”
Manifestación en Burghausen20 de mayo de 1979

Séptima parte

Habla el Espíritu de Cristo:

«¡Yo soy la cepa, vosotros los sarmientos! Yo os llevé Mi amor a cada corazón. El tiempo que trae la transformación está cerca. La corriente primaria de la Gloria, Dios, dio a su Hijo las cualidades de la ley, para que advirtiesen una vez más a Mis hijos, para que encuentren el sentido de la vida que es Dios, el Padre Eterno. Yo Soy vuestro camino hacia esta conciencia del Padre.

Oh hijos del amor, ¿Por qué camino vais?

Cuando era Jesús de Nazaret, Mi alma estaba apenada hasta la muerte, pero el amor hacia vosotros pudo con la muerte. Él se dejó y deja crucificar para cada uno de vosotros. Cada uno de vuestros pensamientos negativos es un clavo que siento en Mis llagas. Así Me clava la incrédula Humanidad en cada momento de su vida física, ¡pero, aún así, señalan Mis llagas del amor y la Resurrección! Yo vivo en vosotros y os hablo, ¿quién quiere oírme? Hay pocas almas que se inclinan humildemente ante el Todopoderoso, demostrando ser hijos del amor, para que el Espíritu del amor pueda traspasarles.

¿Dónde busca el hombre el manantial de la gloria? ¿En las casas de juego y vicios, en el barullo de los lugares de veraneo? En verdad os digo: ¡Yo estoy también allí! Triste miro a cada hijo, y veo el alma ensombrecida como se entrega más y más al yugo de este mundo y se inclina ante él.

Qué alegría penetra en Mi corazón de Redentor cuando un hombre se entrega a Dios, su Padre, y a Mí, para poder recibir la liberación del egoísmo. Hablo a cada uno de vosotros, ya estéis aquí encarnados o como alma: En vosotros está la Luz del mundo. Le enseño Mis llagas al cuerpo Espiritual (alma), y bienaventurados aquellos hombres que Me ven en el físico y reconocen Mis llagas.

Yo Soy el crucificado y resucitado. No he resucitado sólo para Mí mismo, si no para todos vosotros, para que no sintáis más las torturas de este mundo, pues quiero tomarlas a Mi cargo.

Os fue explicado brevemente la salida del alma. Ved cuántos miles de millones de hombres hay; cada alma va por su propio camino y cada una de estas almas es separada del cuerpo de un modo distinto. Qué torturas llevan las almas hasta que entregan su suerte al Crucificado y dejan de clavarse a sí mismas, al reconocer las llagas del Cristo. ¡A cada uno de vosotros enseño Mis manos clavadas! En Mi cuerpo Espiritual corre el dolor de este mundo. ¿Por qué suenan las trompetas de Dios y por qué habla el Espíritu de Cristo por un hombre? Porque el mundo todavía no ha encontrado la gloria, si no que se enreda cada vez más. ¿Por qué, hombre, no ves Mis llagas? Porque no puedes creer y el Espíritu Santo no te llena. Porque tu alma se aparta de Aquél que ha soportado todo por ti. ¿Qué le importa Jesús al hombre, que pasó por esta Tierra hace 2.000 años y que como habitante simple y humilde enseñó con su vida el amor? Jesús era y es para vosotros un símbolo, pues Jesús, el Cristo, dijo: ¡Seguidme! ¿Me sigues, hijo Mío? ¿Amas como Yo amé y como te amaré siempre? ¿Es que sólo oyes el Sermón de la Montaña o también vives lo que he anunciado? ¿Entiendes los pasajes del amor sólo con tu intelecto, o los sientes con el corazón? Si es así, entonces Me habrás reconocido en esta hora, y por ello tu vida cambiará, lo que alegrará a tu Padre y Redentor, y también a tu alma, beneficiándose así mismo tu cuerpo físico.

La Humanidad pide por la bendición. Hombre, ¿es que sólo pides para el bien de tu cuerpo físico, o también de tu alma? Yo os doy la bendición para vuestra alma, para que despierte en Mí y reconozca Mis llagas, que enseño a los hombres en todo momento. Pero como el ojo del alma está cerrado, el hombre no puede captar el amor y no puede ver la gloria, ni reconocer al Pastor, porque el hombre es una oveja perdida. Pregúntate a ti mismo si te has perdido, o si te has extraviado. Tú no estás perdido, si no que sólo te has extraviado y Yo voy en tu busca y te señalo Mis llagas.

Mira, así habla el Buen Pastor: ven, reconóceme, pon todos tus dolores y preocupaciones en las llagas y sé libre.

¿Eres libre, hijo de los Cielos, o estás atado a tus ideas?
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